lunes, 7 de marzo de 2016

LOS CHICOS Y EL BALLET

Homosexual, marica, gay, son algunos de los apelativos que con frecuencia se escuchan al referirse a los hombres que practican ballet, oficio por cierto de bastante exigencia física y mental, que para cualquier deportista de alto rendimiento sería de digno respeto.
 
En pleno siglo XXI el tabú de ver a un hombre en trusa y baletas aún causa estupor en la comunidad en general, efecto que se vive con mucha más intensidad en América Latina. El machismo y la ignorancia de esta sociedad admiten que sus hijos practiquen deportes que a la vista de todo el mundo son para hombres, fútbol, lucha, boxeo, artes marciales etc. Pero cuando a temprana edad ven algún indicio o curiosidad por involucrarse en el mundo de la danza, el primer pensamiento que viene a la cabeza de los padres es un cuestionamiento sobre la sexualidad de su hijo, enseguida el recriminar este gusto y por último la prohibición de tal actividad que ante los ojos de familiares y amigos es considerado como deshonroso para las costumbres tradicionalistas de la familia latina.

Esta realidad social se ha evidenciado en diversos campos del arte como el teatro o el cine, que por medio de la crítica constructiva han hecho ver de otra manera el papel que cumple el hombre en el ballet, muestra de ello es la película Billy Elliot, del Director Stephen Daldry.

PELÍCULA BILLY ELLIOT:

 
La película se desarrolla durante la huelga de los mineros del Reino Unido de 1984-1985 y se centra en el personaje de un niño de 11 años, Billy Elliot (Jamie Bell), su amor por el baile y su esperanza de convertirse en bailarín de ballet profesional. Su familia la componen su padre Jackie (Gary Lewis), su hermano mayor Tony (Jamie Draven) y su abuela (Jean Heywood)quien en su juventud aspiraba a ser bailarina. Tanto Jackie como Tony Elliot son mineros, en ese momento inmersos en la huelga del carbón.
Jackie inscribe al niño en el centro deportivo del pueblo para que aprenda boxeo, como lo hizo su abuelo, pero Billy detesta ese deporte. Un día, se fija en una clase de ballet que comparte temporalmente el gimnasio y, a espaldas de su padre, se une a ella. Cuando el padre lo descubre le prohíbe terminantemente seguir, pero la pasión de Billy por la danza es demasiado fuerte y en secreto, con la ayuda de la profesora de baile Georgia Wilkinson (Julie Walters), continúa con las lecciones.

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